Costes implícitos del Onboarding
El onboarding, o proceso de incorporación de nuevos empleados, es fundamental para cualquier empresa que busque fidelizar el talento a la vez que garantizar una eficiencia y productividad optima de sus nuevas incorporaciones.
En este proceso existen numerosos costes implícitos que se puede nincrementar notablemente en caso de no realizarlo adecuadamente. Muchos estudios reflejan la repercusión negativa en la salud financiera de la organización que tiene realizar un onboarding deficiente.
Sin embargo, este efecto negativo se puede evitar si se toman las medidas necesarias para asegurar que el proceso es el adecuado. Así, un buen proceso de onboarding puede incrementar la fidelización de los empleados hasta un 82%.
A continuación, vamos a ver cuáles son los costes que van implícitos en este proceso:
1. Gastos directos
El onboarding implica una serie de gastos directos, como son la formación, la adquisición los equipos y materiales que va a utilizar el nuevo empleado y los costes administrativos. Según un informe de la Society for HumanResource Management (SHRM), el coste medio de contratar y entrenar a un nuevo empleado puede oscilar entre el 6% y el 9% del salario anual del empleado.
2. Inversión de tiempo
El tiempo dedicado por el personal de recursos humanos, los gerentes y los compañeros de trabajo para ayudar en el proceso de integración también representa un coste significativo. Según un estudio de la consultora McKinsey & Company, el tiempo dedicado al onboarding puede reducirla productividad del equipo existente en un 1-2% durante el período de integración.
3. Productividad
Como es normal, el nuevo empleado requerirá de un periodo de adaptación hasta alcanzar su pico de productividad. Si el proceso de onboarding no es el adecuado, este periodo de adaptación se puede prolongar significativamente.
Según un estudio realizado por la consultora McKinsey & Company, los nuevos empleados pueden tardar en promedio entre 6 meses y 1 año en alcanzar su pico de productividad después de ser contratados.
4. Rotación de personal
Si el proceso de onboarding no es efectivo, existe un mayor riesgo de que el nuevo empleado decida dejar la empresa, lo que conlleva costes adicionales de reclutamiento y formación para encontrar un reemplazo.
Según un informe de la Society for Human Resource Management, las empresas con un mal onboarding tienen una tasa de rotación de hasta un 50% más alta en los primeros 18 meses de empleo en comparación con aquellas que cuentan con un proceso de integración sólido y bien estructurado.
El onboarding, como proceso fundamental en la integración de un nuevo empleado en la compañía, tiene un impacto crucial en su experiencia inicial y en su percepción a largo plazo de la empresa. Este proceso es la piedra angular para que el recién llegado comprenda completamente sus responsabilidades, las herramientas que utilizará, así como para establecer conexiones significativas con sus compañeros de trabajo.
La calidad del onboarding determinará la preparación y capacidad del nuevo empleado para ofrecer su máximo rendimiento y contribuir al éxito de la empresa.
Tras haber dedicado tiempo y esfuerzo en encontrar al candidato ideal, es imperativo cuidar y capacitar adecuadamente a esa persona una vez que se ha unido al equipo. Por tanto, invertir en un proceso de onboarding completo que aborde todas las necesidades de este período es una decisión estratégica que optimizará los recursos empleados y aumentará las posibilidades de éxito a largo plazo de la compañía.
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